Tarbena - Castillo de Tárbena

Inicio: 04/04/2016 15:44 Fin: 04/04/2016 16:40
Distancia recorrida: 3,1 km (00:56) Tiempo en movimiento: 00:51
Velocidad media: 3,3 km/h Vel. en Mov.: 3,6 km/h Velocidad Máxima: 8,2km/h
Altura Mínima: 561 m Altura Máxima: 691 m
Velocidad Ascenso: 302,4 m/h Velocidad Descenso: -366,4 m/h
Ganancia Altitud: 158 m Pérdida Altitud: -121 m
Tiempo Ascenso: 00:31 Tiempo Descenso: 00:19



Posible plano del castillo de Tárbena


El Castillo de Tárbena, conocido en la comarca como Castell dels Moros, se encuentra localizado en la población de Tárbena, perteneciente a la comarca alicantina de la Marina Baixa.
Se sitúa el castillo al noreste de la población, a poco más de un kilómetro de distancia, en lo alto de un cerro cercano a la carretera hacia Parcent, denominado Cerro de Santa Bárbara.

Historia:
La historia de Tárbena, como la de otras muchas poblaciones del interior norte de la provincia de Alicante, está ligada a la fundación de la alquería islámica en esta parte de la comarca, en cuyas cercanías un barranco temporal da origen también al Rio Algar, por lo que cuenta con numerosas fuentes o manantiales, de los que eran muy amantes los musulmanes que fundaron la medina musulmana.
El castillo se levantó a principios del siglo XII por los musulmanes una vez invadida la zona. Por tanto se trata de una alcazaba árabe que protegía a la alquería que la acompañaba en la falda rocosa donde se ubicaba la misma.
En 1.268 esta fortaleza fue conquistada por el rey Jaime I, y se mantuvo como parte de los territorios cedidos por dicho rey a los familiares del caudillo musulmán Al-Azraq, hasta que en el año 1.271 se le cedió al caballero Bertrán del Belpuig y, posteriormente en el año 1.277, pasó a formar parte del señorío de Bernat de Sarriá, señor de Callosa.
En 1.520, durante la Guerra de Germanías, los moriscos de Tárbena se hicieron fuertes en el castillo. Parece probado que, tras un largo asedio y tras prometer su bautismo si se les respetaba la vida, los musulmanes rindieron la plaza y el castillo, pero al no cumplirse el acuerdo muchos fueron degollados por las tropas cristianas.
Durante las revueltas de principios del siglo XVII, cuando se dictó la expulsión de los moriscos en 1.609, fueron los cristianos quienes se fortificarían en el castillo ante los ataques sarracenos.

El castillo ocupa la casi totalidad de la cumbre del cerro donde se ubica y de él quedan numerosos restos de lienzos de muralla y algunas torres que flanqueaban la fortaleza islámica.
Todo él está en fábrica de mampostería con mortero de cal y tapial en su parte superior. Por doquier se ven los paños de muralla en diversas fases de destrucción, siendo la construcción mejor conservada el primitivo aljibe islámico que dotaba de agua a la fortaleza.
Es un castillo árabe de finales del siglo XII que en la actualidad podría sufrir una interesante reconstrucción para salvar los pocos restos que de él quedan.
Fuente: www.castillosdealicante.com

Después de documentarnos un poco en lo relativo a la historia de este Castillo y la localidad de Tárbena, la cual, después de la expulsión de los moriscos en 1609, fue repoblada con familias de Mallorca, nos pusimos en marcha para visitar este Castillo, por el que había pasado cerca en múltiples ocasiones disfrutando de la moto y núnca repare en este cerro ni que allí pudiera existir esta construcción.

Después de desplazarnos desde Calpe hasta Altea la Vella, Callosa, Bolulla, llegamos a Tárbena, con un cielo amenazando lluvia, aunque nos respetó al final (justo terminando la ruta comenzó a llover).

Después de dejar el vehículo en una plaza cerca del Museo Etnológico, comenzamos a subir por la carretera en dirección a Parcent y al llegar a la parte alta, coincide con un cruce, en el que a la izquierda se va dirección Castell de Castells, de frente se continua la carretera hacia Parcent y a la derecha tenemos el camino que nos llevará hasta el Castillo.

Después de unos metros por asfalto y hormigón, vamos entre algunas casas, para pronto llegar a un sendero de tierra, en el que pronto aparecen los primeros escalones construidos con piedra y tierra. También se dejan ver los taludes de mamposteria en seco, para mantener firme este sendero.










En pocos minutos de subida, llegamos a los primeros paños de lo que antaño fueron las murallas defensivas del castillo de Tárbena así que toca deambular hacia un lado y hacia otro, presumiendo como estaría construido, aunque el tiempo y probablemente los lugareños, que encontrarían un buen lugar del que abastecerse de piedra para la construcción de sus viviendas, corrales y bancales, han hecho desaparecer gran parte de la construcción.



Se aprecia poco más que algunos pequeños muros y la parte mejor conservada dentro del recinto es el aljibe, que abastecía de agua la fortaleza. También existe un segundo aljibe en la parte inferior, supongo que fuera del recinto amurallado y del que hice algunas fotografías también.






Después de un buen rato disfrutando del lugar, recorriendolo arriba y abajo, tocaba regresar. El camino se realiza identico a la subida y son poco más de tres kilómetros lo que toca hacer, así que ruta corta, sin ninguna dificultad aunque si con algún riesgo en el recinto, ya que la parte norte de la fortaleza, al encontrarse en un risco, no dispone de muro, así que si quereis echarle un ojo, precaución al asomarse...

Ruta muy entretenida, para disfrutar, y sobre todo para realizar de mañana, para luego acercarse al pueblo de Tárbena y disfrutar de un buen almuerzo a media mañana.